martes, 4 de mayo de 2010

Soneto VIII

Acercarme a besar tus tibios labios
hace a mi cuerpo querer tus alientos,
mas no hallo en mis ansias remordimientos
porque este amor me resulta de sabios.

Me han envenenado tus dulces resabios
no voy entendiendo de sentimientos,
tan solo de corazones hambrientos
que no entienden de tontos cambios.

Sentirme especial en lo compartido
tan sencillo e intenso tú me lo has dado
que mi alma en canal lo ha recibido.

Toma de mi boca un beso robado
guárdalo en lo mejor que has sentido
tu corazón a mi alma va atado.