Frente a la ventana, su reflejo.
Miró sus tristes ojos que reconocía como suyos,
Acostumbrada ya, después de demasiado tiempo mojándolos.
En su espejo repasaba sus 7 sonrisas dibujando con burla
Su alegría. De repente cerró su boca, sellando sus labios,
Frunció el ceño y navegó en el dibujo de sus propias pupilas,
Negras y oscuras, tanto como los ojos más tristes que jamás vio.
Entonces se acordó de ella, de su dulce nombre,
De su cara de niña, de su alo de mujer fuerte y frágil,
De los instintos que despertó en su cuerpo dormido.
Corrió a abrir su ventana, respiró profundo hasta poder
Sentir como el propio oxigeno la asfixiaba.
Lanzó su suspiro al aire. ¿Por qué lo hizo?
Agachó la mirada, volvió a mojarlos.
Abrió la ventana y la ráfaga de viento húmedo atrapó su nariz,
Sus pulmones y secó sus ojos. ¿En qué momento se perdió?
Siempre hubo palabras por los espacios vagando
Que solo llevaron su nombre y que ingenuamente respiró
Y anestesiaron sus sentidos hasta hacerlos caer en el más
Profundo de los sueños, despertado para recurrir a las ingenuas
Preguntas retóricas que portaban al aire todas las respuestas ya en su pecho.
Miró sus tristes ojos que reconocía como suyos,
Acostumbrada ya, después de demasiado tiempo mojándolos.
En su espejo repasaba sus 7 sonrisas dibujando con burla
Su alegría. De repente cerró su boca, sellando sus labios,
Frunció el ceño y navegó en el dibujo de sus propias pupilas,
Negras y oscuras, tanto como los ojos más tristes que jamás vio.
Entonces se acordó de ella, de su dulce nombre,
De su cara de niña, de su alo de mujer fuerte y frágil,
De los instintos que despertó en su cuerpo dormido.
Corrió a abrir su ventana, respiró profundo hasta poder
Sentir como el propio oxigeno la asfixiaba.
Lanzó su suspiro al aire. ¿Por qué lo hizo?
Agachó la mirada, volvió a mojarlos.
Abrió la ventana y la ráfaga de viento húmedo atrapó su nariz,
Sus pulmones y secó sus ojos. ¿En qué momento se perdió?
Siempre hubo palabras por los espacios vagando
Que solo llevaron su nombre y que ingenuamente respiró
Y anestesiaron sus sentidos hasta hacerlos caer en el más
Profundo de los sueños, despertado para recurrir a las ingenuas
Preguntas retóricas que portaban al aire todas las respuestas ya en su pecho.